martes, 10 de julio de 2007

Lutero y la cerveza



Una frase que es atribuida a Martin Lutero:

Aquel que bebe cerveza duerme bien
Quien está durmiendo no peca
Aquel que no peca se va al cielo

Pero en el cielo no hay cerveza,
entonces bebamosla aquí



Supongo que estaba pensando en 1 Co. 10.31

Con razón Calvino dijo que este hombre era un apóstol

domingo, 24 de junio de 2007

Providencia y Soberanía.

Con este artículo comienzo una serie de estudios sobre la doctrina de la Providencia... espero sea de provecho para todos.

La doctrina de la providencia está relacionada con los hechos soberanos de Dios. Deuteronomio 4:39 dice: “Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro”. Moisés nos habla de este Dios que está en el cielo pero que actúa en la tierra, en su creación.

Daniel 4:35 “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” nos habla de cómo Dios ejerce su voluntad en su creación. No podemos separar nunca los hechos providenciales de Dios con su soberanía. Dios puede gobernar y guiar el la historia del mundo porque Él es soberano. Dios actúa libre y determinantemente en la vida de los seres humanos para el cumplimiento de su propósito.

Soberanía es un término muy usado, un tema que de vez en cuando aparece en las noticias es la petición boliviana de soberanía sobre un trozo de terreno que limite con el mar. Pero este tipo de soberanía es relativo. Los gobernantes de este mundo tienen prerrogativas sobre un asunto de acuerdo a sus capacidades. Sin embargo estas limitaciones no están en Dios por lo que Él tiene prerrogativas por sobre todo. Él puede actuar con providencia cariñoso para con algunos y con providencia retributiva con otros.

Hay algunos principios de la soberanía divina en su obra providencial, dos de estos son: Dios está en control de todo y Todo el mundo trabaja para Dios.

a.- Dios Está En Control De Todo.

Muchas veces miramos las noticias y vemos el estado del mundo, ante esto muchas veces podemos preguntarnos ¿Dónde está Dios en estos momentos?, cuando vemos la delincuencia, tipos como Zakarach nos parece que el diablo tiene muy metida su cola en el mundo, casi como si él lo estuviera gobernando. A pesar de esa sensación, la Biblia nos dice lo contrario. Dios tiene control sobre todo lo que está pasando y nada se escapa de su voluntad.

Dios tiene un plan y Él lo ejecuta, a veces inmediatamente (sin medios) y otras mediatamente (con medios). Los medios que Él utiliza para ejecutar su voluntad son variados y van desde animales hasta el hombre, pasando por Satanás. Sí, Dios utiliza a Satanás, cuando el diablo actúa lo hace con una motivación, pero la motivación de Dios para el mismo hecho es muy diferente. Sabemos que todas las cosas que acontecen vienen de Dios y por cada una de ellas Él debe ser glorificado, Romanos 11.36 dice “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”

Cuando pensamos en Dios y el diablo como dos seres que están en constante lucha, con poderes casi semejantes estamos afirmando la vieja herejía del dualismo. Cuando tratamos de alejar el problema de la existencia del mal de Dios estamos haciendo algo que Él no quiso hacer, estamos tratando de usar más nuestra lógica que la Palabra.

Si Dios no tuviera control de todo no podríamos confiar en Él siempre. Sólo por que el es Todopoderoso e inmutable podemos confiar en Él.

B.- Todo El Mundo Trabaja Para Dios.

Como ya dije, Dios se sirve de los seres racionales para el cumplimiento de su plan. Todos tenemos algún tipo de participación en el cumplimiento de los propósitos decretivos de Dios.

Ya lo mencioné recién, y es algo que puede ocasionar un poco de rechazo, Dios usa incluso a Satanás para cumplir su santo propósito. Un ejemplo donde podemos ver esto es en los relatos de 2 S. 24.1 y 1 Cr. 21.1.

En el primero vemos a un Dios airado incitando a David contra el pueblo y llamándolo a hacer el censo, en el segundo versículo, un especie de paralelo del anterior, vemos que es Satanás quien incita a David a hacer el censo. Hay una contradicción aquí? No, lo que pasa es que Dios utiliza a Satanás para que David haga el censo.

Podríamos decir que Dios es el “jefe” de Satanás. A pesar que Satanás actúe por voluntad propia y su deseo sea hacer siempre lo malo vemos que Dios tiene un motivo diferente por el cual usa las cosas.

Así como Satanás, todos los seres creados son siervos de Dios. Existen los siervos que concientemente obedecen la voluntad de Dios prescrita en su Palabra pero también existe aquellos siervos que hacen exactamente lo decretado por Dios, estos desobedecen lo que está escrito pero, aún así, están cumpliendo la voluntad decretiva de Dios.

Hay tres reyes famosos de la antigüedad que son llamados “siervos” por Dios aunque ellos odiaran al Dios de los judíos, estos son: Nabucodonosor (Jer. 27.3-7; 43.10), Ciro (Is. 44.28) y Senaquerib (Is. 10.5-6). Estos reyes no tenían en mente lo que Dios tenía sino que estaban pensando en cumplir sus propios planes, muchas veces esos fines eran el orgullo y la vanagloria pero ellos hicieron exactamente lo que Dios había planificado y fueron herramientas y siervos de Dios.

Tenemos un Dios soberanos, que está en control de todo lo que sucede y por ser así podemos confiar en Él y estar confiados en que, como dice Romanos 8.28, todas las cosas, parezcan buenas o parezcan malas, nos ayudarán para cumplir Su propósito en nosotros: que seamos como Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

miércoles, 13 de junio de 2007

Bendiciones no merecidas.

Aquí todo orgulloso... este es el estudio que hizo mi Ñañi para darlo a los jóvenes el domingo... Te Amo!

Habacuc 3:17 - “Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar”.

Bueno cuando supe que hoy día me iba a tocar dirigir la reunión, lo primero que se me ocurrió fue pedir a alguien que diera el tema por mi, ya que yo no me sentía preparada. Pero el Marcelo me dijo que yo tenía que ser capaz de hacerlo así que lo primero que se me ocurrió fue comenzar a buscar temas en un libro que tengo que tiene hartas meditaciones. Y les quiero contar algo que me llamo harto la atención.

Bueno estuve leyendo harto rato, hasta que me decidí a ocupar un tema que ya estaba hecho y solo tenía que estudiarlo, pero después comencé a buscar y sentí que lo que había encontrado era rebueno.

Durante toda nuestra vida nosotros tenemos momentos que son de sufrimiento, y que a veces no somos capaces de soportar. Yo por experiencia propia he pasado por muchos momentos que han sido súper difíciles, y hay veces que he aprendido a vivir con ellos. Pero lo que siempre digo y siempre cuestiono es el por qué me pasan esas cosas, por qué tengo que vivir esto yo, y siempre me pregunto el porque tengo que vivirlo yo, y veo a gente que anda feliz, y me cuestiono mucho mas el por qué.

A veces cuando paso estos momentos pienso lo que dice el Señor en Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Yo creo que casi todos nos hemos cuestionado esto y hemos pensado en muchas cosas con este pasaje. Al decir que los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien es porque el Señor tiene un propósito en nuestras vidas es como mas grande de lo que nuestras mentes son capaces de llegar, el propósito se ve cuando ya nos hemos dado cuenta de la gran enseñanza que hemos tenido gracias a ese problema.

En Romanos 5:3-5 dice: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.”

El apóstol dice que no sólo debemos aceptar las tribulaciones sino que también gozarnos en ellas.

En 1 Tesalonicenses 1:6-7 dice “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7 de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído”

La mayoría de las veces que vivimos un mal momento nos debemos acercar mucho al Señor y debemos tratar de vivir el momento viendo las cosas buenas que vamos aprender. Debemos recibir de la palabra en tribulación y tener gozo del Espíritu en los problemas y eso nos hace ejemplos, porque recibimos las palabras con gozo en medio de las tribulaciones.
Los problemas son bendiciones que el Señor nos da, ya que a través de esto conocemos mas al Señor, mas su propósito y el por qué las hace, pienso que hay veces que digo que “por algo pasan las cosas” ya que si no hubiera pasado ¿donde estaría ahora?. O también no hubiera aprendido de esto. Por lo mismo por cada problema que uno pasa debe aprender y buscar lo bueno. Como dice en el versículo debemos gloriarnos en las dificultades y esto nos provoca paciencia, esperanza y el amor de Dios esta con nosotros.


Un ejemplo claro, es que el Señor nos ha dado alimentos para poder nutrirnos y sin ellos no podemos sobrevivir, cuando hacemos por ejemplo, un jugo de naranja, las partimos y las exprimimos, los que no utilizamos y lo que no nos sirve lo botamos, y lo que nos sirve lo dejamos para nosotros porque nos nutre, y nos hace mas fuerte para un resfrío o para estar mas nutridos, ahora lo podemos llevar al punto de vista de un problema. Nosotros tenemos el problema y lo que debemos hacer es exprimir lo bueno de eso, y botar lo que no nos sirve, lo que nos ayuda a crecer como personas dejarlo y lo malo botarlo.

En vez de una meditación a veces también puede ser un testimonio, pero quiero que se miren y piensen en todos esos momentos malos que han pasado, yo no los conozco, solo ustedes los conocen pero miren no lo malo si no lo que aprendieron, aunque al comienzo no se ve una respuesta.

Lo que dice en 2 Corintios 1:3-4 “ Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.. “

Este versículo es muy claro y nos dice que nosotros también debemos consolar a los demás que pasan alguna tribulación, debemos apoyar a nuestros cercanos en sus problemas y debemos hacerlo por medio de la consolación que el Señor nos da en nuestras tribulaciones.

Cuando supe el resultado de mi prueba PSU, fue desastroso, me sentí una tonta, sentí que todo lo que había hecho durante mi vida no tenia sentido, dependía demasiado de esa prueba y solo me importaba eso, quería que el Señor me diera un buen resultado, para poder entrar a la carrera que yo quería, pero cuando lo supe, sentí que se me caía el mundo encima, estaba tan segura de que me iba a ir bien, pero no fue así. Hay veces que somos como niños malcriados, queremos que las cosas sean de una forma porque yo pienso que es lo mejor y lo que yo quiero es lo que se debe hacer, yo pedía que me fuera bien en esa prueba pero no pedía la voluntad del Señor simplemente pedía que me fuera bien, pero lo que hizo fue su voluntad, al comienzo de eso días cuando veía que en ninguna carrera quedaba, me rebele aunque suene cuático, no quería saber nada de ese Dios que decía que todas las cosa me iban a ayudar a bien cuando ni yo lo veía, pero con el tiempo ahora me doy cuenta que no me sentía preparada para entrar a una carrera y si estoy ahora donde estoy porque ha sido su voluntad.

Si estamos donde estamos es porque el Señor lo quiere así, debemos pedir siempre que el haga su voluntad y que el dirija nuestras vidas, y si hay algo que no podemos hacer según nosotros, tenemos la respuesta en Filipenses 4:13 13 que dice “ Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” , podemos pasar cualquier tribulación ya que el Señor nos da las fuerzas para seguir adelante.

Pero a lo que voy yo a lo que estoy hablando es que nosotros siempre nos cuestionamos el porque nos pasan las cosas malas, pero nunca nos cuestionamos el porque nos bendice el Señor cuando ni siquiera lo merecemos.

Filipenses 4:11-12 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

Debemos aprender a contentarnos con todo lo que vivimos, en cualquier situación que tengamos en nuestra vida, debemos aprender a vivir humildemente.

Como todos sabemos, nosotros somos hombres pecadores, siempre estamos cometiendo pecados, pero por qué el Señor nos bendice cuando a Él no le gusta el pecado y estamos haciendo lo que más odia, no merecemos ninguna bendición, por experiencia propia muy pocas veces me he preguntado porque el Señor me bendice con algo que tanto deseo cuando yo siento que no merezco nada, ahí nos podemos dar cuenta de la gran misericordia que tiene el Señor para con nosotros, que nos da bendiciones no merecidas por nosotros, por lo mismo, no tenemos ni derecho de preguntarnos el porque nos pasan cosas malas, cuando son muchas mas grandes las bendiciones no merecidas.

Y tenemos también grandes bendiciones espirituales donde podemos conocer cada día al Señor a través de la Biblia, cosa que ni siquiera merecemos podemos tener la Palabra del Señor y poder leerla. Tenemos conocimiento de su gracia salvadora, el consuelo de su Espíritu, y la gozosa seguridad de la vida eterna con Jesús.

Por lo tanto, ahora les insto a que piensen de las grandes bendiciones no merecidas que tenemos, y los problemas pasarán a ser una gran bendición, y en vez de preguntar por qué, decir gracias ya que aprendemos de eso, nuestras quejas pasarán a ser alabanzas.

Daniela Vidal E.

sábado, 9 de junio de 2007

Convocados

Este artículo es una parte de la Teología Sistemática de Vincent Cheung, puede ser descargada desde http://www.rmiweb.org/books.htm


Romanos 8.29-30 no dice que aquellos a quienes Dios escogió para salvación, Él también les ha dado un propósito, a saber, que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo. Y aquellos a quienes Él dio tal propósito, Él también envía un llamado para ellos en el debido tiempo, para que ellos puedan ir a Cristo. Así el pasaje dice: “Y a los que predestinó, a éstos también llamó” (v.30).

Recuerde que todos los que están incluidos en una fase de aplicación, también entran en la frase siguiente. Todos a quien Dios eligió, Él también predestinó, a todos los que Dios predestinó, Él también los llama a Cristo. Pero el versículo 30 continúa y dice: “y a los que llamó, a éstos también justificó”. Así, todos a quienes Dios llama alcanzarán justificación. Y visto que la justificación es por la fe en Cristo, todos a quienes Dios llama creerán en Cristo y serán justificados. Por lo tanto, el llamado de Dios para con el elegido es obligatoriamente eficaz, es por esto que los teólogos llaman a ese acto de Dios un LLAMAMIENTO EFICAZ.

Visto que el llamamiento eficaz es un llamamiento cuyo resultado está garantizado, él no es como una “invitación” que el elegido puede aceptar o rechazar. Antes, él es más parecido con lo que queremos decir con el verbo “convocar”. Al llamar a sus elegidos, Dios no solamente los invita a hacer algo, sino más bien Dios hace algo en ellos. Sinclair Ferguson escribió: “Aquel que los llama crea en ellos la capacidad para responder, de esa forma que en el propio acto de llamar Él les da una nueva vida”. Así, aquellos a quienes Dios escogió y predestinó en la eternidad, Él también convoca para venir a Cristo en el tiempo histórico.

Dios convoca al elegido usualmente a través de la predicación del evangelio. Ahora los cristianos no aprenden primeramente a identificar a los elegidos para seguir predicándoles sólo a ellos. Ellos predican el evangelio “a toda criatura” y “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16.15-16). Por lo tanto, tanto en la oración pública, conversación privada, literatura escrita, u otros medios, la predicación o presentación del evangelio es dirigida tanto a elegidos como a los no elegidos. El elegido llegará a la fe, el no elegido rechazará el evangelio o hará una profesión de fe temporal y falsa.

Por causa de eso, los teólogos distinguen entre el LLAMADO EXTERNO y el LLAMADO INTERNO. El llamado externo se refiere a la predicación del evangelio por los seres humanos, y es presentado tanto a los elegidos como a los no elegidos. Por otro lado, el llamamiento interno o eficaz es una obra de Dios que acompaña al llamamiento externo para hacer que el elegido llegue a la fe en Cristo. La predicación del evangelio se muestra a todos como un llamado externo, pero él viene también con una convocación interna para los elegidos. El llamamiento externo es producido por los seres humanos pero el llamamiento interno es una obra solamente de Dios y ocurre solamente en sus elegidos. El llamamiento interno es usualmente coincidente con el llamamiento externo. En otras palabras, muchas personas pueden oír el evangelio en una determinada situación, pero Dios hace que solamente los elegidos crean en lo que se les ha predicado y también Él endurece a los no elegidos contra lo mismo.

Mateo 22:14 dice: “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos”. Muchos son, de hecho, “llamados”, de hecho ellos oyeron el llamamiento externo del evangelio, pero solamente unos pocos están entre los elegidos de Dios, y, por lo tanto, las profesiones de fe genuinas y permanentes vienen del último grupo.

(Teología Sistemática, páginas 189-190)

jueves, 31 de mayo de 2007

No desperdicies tu cáncer.

Este artículo fue escrito por el pastor John Piper, el mismo del jugo de naranjas", la noche anterior a ser operado de un cáncer de próstata.

Muy weno... leánlo



16 de febrero de 2006

Estoy escribiendo estas palabras en la víspera de una cirugía de cáncer en mi próstata. Creo en el poder de Dios para sanar – por medio de un milagro y de la medicina. Se que es cierto y bueno orar por los dos tipos de cura. El cáncer no es desperdiciado al ser curado por Dios. Él recibe la gloria – esto porque el cáncer existe. Entonces no orar por la cura puede desperdiciar el cáncer. Pero la cura no es el plan de Dios para todos. También existen muchas otras formas de desperdiciar su cáncer. Estoy orando por mí y por usted, para que no desperdiciemos este dolor.

1. Usted desperdiciará su cáncer cuando no crea que esto fue planeado por Dios.

No diga que Dios sólo usa nuestro cáncer pero que no lo planea. Lo que Dios permite, Él lo hace por una razón. Esta razón es Su voluntad. Si Dios prevé desarrollos moleculares que llegan a ser cancerígenos, ¿Él puede detener esto o no? Si no, Él tiene un propósito. Por ser infinitamente sabio, es correcto llamar este propósito de plan. Satanás es real y causa muchos placeres y dolores. Pero él no es la causa última. Así, cuando él atacó a Job con úlceras (Job 2.7), Job lo atribuyó a Dios (2.10), y el escritor inspirado concuerda: “y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él” (Job 42.11). Si usted no cree que el cáncer fue planeado por Dios, usted lo desperdiciará.

2. Usted desperdiciará su cáncer cuando crea que él es una maldición, y no una bendición.

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8.1). “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros” (Gálatas 3.13, LBA). “Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel” (Números 23.23). “Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad” (Salmo 84.11)

3. Usted desperdiciará su cáncer cuando busque descanso en sus fuerzas en vez de buscarlo en Dios.

El plan de Dios en relación a su cáncer no es entrenarlo en el cálculo de oportunidades racionalistas y humanas. El mundo encuentra descanso en estadísticas. Los cristianos no. Algunos confían en sus autos (porcentaje de sobrevivencia) y otros confían en sus caballos (efectos colaterales del tratamiento), pero nosotros confiamos en el nombre del Señor, nuestro Dios (Salmo 20.7). El plan de Dios es claro en 2 Corintios 1.9: “Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”. El objetivo de Dios con relación a su cáncer (entre varias oras buenas cosas) es derrotar la confianza en nuestro corazón para que podamos descansar completamente en Él.

4. Usted desperdiciará su cáncer cuando se rehúse a pensar en la muerte.

Todos nosotros moriremos en el caso que Jesús no retorne en nuestros días. No pensar en cómo sería dejar esta vida y encontrarse con Dios es absurdo. Eclesiastés 7.2 dice: “Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón”. ¿Cómo podría aplicar esta verdad en su corazón si no piensa en ella? Salmos 90.12 dice: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría”. Contar los días significa pensar cuan pocos son ellos y que ellos terminarán. ¿Cómo conseguirá un corazón sabio si usted se rehúsa a pensar en esto? Que desperdicio es cuando no pensamos en la muerte.

5. Usted desperdiciará su cáncer cuando piense que “vencerlo” significa sobrevivir y no aproximarse a Cristo.

Los planes de Dios y los planes de Satanás para su cáncer no son los mismos. Satanás desea destruir su amor por Cristo. Dios planea profundizarlo. El cáncer no vencerá si usted muere lo que hará será aproximarlo a Cristo. El plan de Dios es privarlo del alimento del mundo y satisfacerlo con la suficiencia de Cristo. Esto tiene el objetivo de ayudarlo a decir: “estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor”. Y saber, por lo tanto, que “el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 3:8; 1:21).

6. Usted desperdiciará su cáncer cuando gaste mucho tiempo leyendo sobre el cáncer y no lo suficiente al respecto de Dios.

No es errado leer sobre el cáncer. Ignorancia no es virtud. Pero, el deseo de saber más y más, y la falta de celo por el conocimiento continuo de Dios es sintomático de incredulidad. El objetivo del cáncer es recordarnos de la realidad de Dios, poner sensaciones y fuerzas en el mandamiento “conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová” (Oseas 6.3), recordarnos de la verdad de Daniel 11.32: “mas el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará”, volvernos árboles indestructibles y firmes: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” (Salmos 1.2,3). Que desperdicio es leer todo el día sobre el cáncer y nada al respecto de Dios.

7. Usted desperdiciará su cáncer cuando se aísle en vez de profundizar sus relaciones manifestando afección.

Cuando Epafrodito trajo los presentes enviados por la Iglesia de Filipos a Pablo, él se enfermó y casi murió. Pablo dijo a los filipenses: “porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado” (Filipenses 2.26). ¡Que reacción maravillosa! No dice que estaban angustiados porque Epafrodito estaba enfermo, sino que él estaba angustiado porque los filipenses oyeron que él estaba enfermo. Este es el tipo de corazón que Dios pretende crear con el cáncer: el corazón profundamente afectivo y preocupado de las personas. No desperdicie su cáncer volviéndose a usted mismo.

8. Usted desperdiciará su cáncer cuando se entristezca como quien no tiene esperanza.
Pablo usa esta expresión para designar a personas cuyos seres queridos habían muerto: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.” (1 Tesalonicenses 4.13). Hay tristeza en la muerte. Cuando es un creyente el que muere, hay una pérdida temporal – la pérdida del cuerpo, de seres queridos y del ministerio terrenal. Sin embargo la tristeza es diferente – es perneada por la esperanza: “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor” (2 Corintios 5.8). No desperdicie su cáncer poniéndose triste como quien no tiene esperanza.

9. Usted desperdiciará su cáncer cuando trate con el pecado igual que antes.

¿Sus pecados “favoritos” siguen tan atractivos como antes de tener cáncer? Si la respuesta fue afirmativa, entonces usted está desperdiciando su cáncer. El cáncer fue planeado para destruir el apetito por el pecado.
Orgullo, avaricia, lujuria, odio, falta de perdón, impaciencia, prejuicio – todos estos son adversarios que el cáncer debe atacar. No piense en sólo luchar contra el cáncer. Piense también en usarlo. Todas estas cosas son peores que el cáncer. No desperdicie el poder del cáncer para debilitar estos adversarios. Deje que la presencia de la eternidad vuelva sus pecados temporales tan débiles como ellos realmente son. “Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?” (Lucas 9.25).

10. Usted desperdiciará su cáncer cuando falle en utilizarlo como medio de testimoniar la verdad y la gloria de Cristo.

Los cristianos nunca se encuentran en determinado lugar por accidente. Existen razones por las cuales somos llevados donde estamos. Considere lo que Jesús dijo sobre circunstancias inesperadas y dolorosas: “antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Y esto os será ocasión para dar testimonio” (Lucas 21.12-13). Lo mismo ocurre con el cáncer. Esa será una oportunidad para testimoniar. Cristo es infinitamente digno. Aquí hay una oportunidad de oro para mostrar que cristo vale más que la vida. No la desperdicie.

Recuerde que usted no fue dejado sólo; tendrá la ayuda necesaria: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).

Pastor John

miércoles, 30 de mayo de 2007

¿Paidobautismo?

Artículo sobre el paidobautismo escrito por Richart Pratt, no me acuerdo de donde lo saqué... creo que de www.ThirdMill.org


Hablaremos de algunos aspectos relacionados con la pregunta de quién debe ser bautizado. Mi propósito es que comiencen a considerar que el bautismo de infantes quizá no es una práctica tan contraria a la enseñanza de la Biblia después de todo, como a veces se le considera.


Hay enseñanzas de la Biblia de las que podemos tener certeza con facilidad. Por ejemplo, la resurrección de Cristo, la muerte de Jesús por los pecados, etc. Pero hay otros asuntos en la Biblia de los que no llegamos con rapidez a una conclusión. Por ejemplo, ¿qué tipo de gobierno eclesiástico debemos tener? En este tipo de asuntos, a veces decimos algo como: “Entiendo que hay varios puntos de vista sobre este asunto que se derivan de la Biblia, pero me parece que este es el correcto”. En tales asuntos, tienes que ser humilde con tus conclusiones, tienes que ser abierto y ser paciente con los demás.


Quiero decirles que el bautismo de infantes no es uno estos asuntos de absoluta claridad u obviedad. No es un asunto para el cual puedas sólo leer un versículo y haberlo resuelto enseguida. Más bien, el bautismo de infantes es más un asunto que hay que estudiar, pensar y aun así, no se convence uno a la primera.


Cuando crecía en casa de mis padres, siempre hablábamos de poner una barda alrededor del patio trasero. Pero mi padre decía: “No, es muy caro….voy a esperar”. El decía: “Vamos a esperar a que el Sr. Springfield, nuestro vecino, haga la barda de su lado, y el Sr. Berkhoff haga la suya y luego yo sólo tendré que construir un pedazo al fondo y listo”. Por supuesto, le llevó 25 años el proceso pero por fin se terminó la barda.


En mi experiencia he encontrado que hay varias maneras de intentar explicar porqué bautizamos a los niños. Y pienso que una estrategia similar a la de mi padre con su barda es apropiada para entrar en la discusión. En vez de atacar el asunto directamente y tratar de “construir la barda” alrededor de todo esta enseñanza, vamos a construir la barda abordando primero otras doctrinas bíblicas importantes. Pienso que estas doctrinas son esenciales porque son precisamente estos asuntos los que alejan a las personas del entendimiento de porqué ponemos agua sobre la cabeza de nuestros niños.


Estos asuntos son: 1. La pregunta de la unidad de la Biblia; 2. La relación entre enseñanzas implícitas y explícitas en la Biblia; y 3. El origen y el propósito del bautismo. Si vas encontrando estas enseñanzas como bíblicas, será luego más fácil entender porqué los reformados bautizamos a los niños.

La Pregunta sobre la Unidad de la Biblia
¿Sabían ustedes que hay cristianos que piensan que la Biblia está desunida? Yo crecí en una Escuela Dominical en la que se me enseñaban este tipo de cosas: “El Dios del Antiguo Testamento es un Dios de enojo e ira, en cambio el Dios del Nuevo Testamento es un Dios de Misericordia, bondad y amor”. Lo que este tipo de enseñanza apoya es una idea básica sobre la Biblia. La idea de que la Biblia está desunida. En vez de tener un solo tema o programa básicos, la Biblia puede ser dividida en segmentos. En esos segmentos se pueden ver programas radicalmente distintos de época en época. La idea es como si Dios plantó un árbol, pero no funcionó; entonces lo cortó y plantó un nuevo árbol y así sucesivamente. Si este es tu punto de vista sobre la Biblia, nunca creerás en el bautismo de infantes.


Para creer en el bautismo de infantes es necesario creer que la Biblia está unificada. Por supuesto, es claro que hay diferencias entre los diversos períodos de la historia bíblica, pero al mismo tiempo enseñamos que hay una unidad básica a través de la historia de la redención. El tema unificador de todos estos períodos es lo que llamamos el pacto. Hablamos de dos pactos: el pacto de obras (antes de la caída de la humanidad en pecado) y el pacto de gracia (a partir de la caída y abarca toda la Biblia). Por esto la idea de que la Biblia está fragmentada la consideramos equivocada. No creemos que Dios plantó un árbol y luego lo destruyó y plantó otro, y así sucesivamente; sino creemos que Dios plantó una semilla, que nació, creció, y llegó a ser un árbol grande. Ese árbol es el pacto de gracia que abarca todas las épocas de la historia bíblica.


Cuando comparas los tiempos de Moisés con los de Cristo, puedes notar las diferencias, pero al mismo tiempo sabemos que Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mat 5:17). En Romanos 3, el Apóstol dice que precisamente la ley de Moisés y los profetas testifican sobre la justificación por la fe (Romanos 3:21). La Biblia no está desunida, sino existe un mismo tema que abarca toda la historia bíblica; por supuesto en diferentes épocas se mostró en vías de desarrollo, pero es el mismo tema unificador.


¿Existe algo que vaya a través de toda la Biblia y le de su trasfondo al bautismo de infantes? Así es. Cuando Dios salva a las personas, no sólo el adulto entra a una relación especial con Dios sino también sus descendientes están incluidos. Pensemos en Noé, por ejemplo, su relación con Dios incluyó también a sus hijos al grado de que fueron preservados en el arca. Consideremos ahora a Abraham. En Génesis 15 y 17 Dios hace su pacto con Abraham y esto incluyó también a sus descendientes. En los tiempos de Moisés, Deuteronomio 29:29 nos dice: “las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, mas las reveladas pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre”. Esto suena extraño para nuestros oídos que estamos acostumbrados a pensar sólo en el adulto creyente, pero vemos la pauta de Dios de incluir en el pacto a los descendientes del adulto creyente. De igual manera en los tiempos de David, como dice 2 Samuel 7, el pacto incluyó a David y a sus descendientes.


Después de tener todo el Antiguo Testamento por siglos siguiendo esta pauta de incluir a los descendientes en el pacto, esperaríamos que el Nuevo Testamento dijera enfáticamente, ya no es así; que dijera ya los descendientes no están incluidos en el pacto, ahora sólo es para los adultos creyentes. Pero vemos que el Nuevo Testamento no sólo no detiene esta pauta, sino que de hecho, nos dice que efectivamente la pauta continúa. En Hechos 2:37-39, Pedro, en este contexto, afirma que la promesa también es para los hijos de los creyentes. Otro versículo que nos recalca esto es 1 Corintios 7:14. En este versículo, los hijos del creyente son llamados “santos”. Esto no quiere decir que son salvos automáticamente, pero al igual que los hijos de Noé, Abraham, Moisés, David fuero apartados de una manera especial para Dios, así mismo los hijos de creyentes están en un lugar especial para con Dios.


¿Por qué no hay muchos versículos sobre esto en el Nuevo Testamento? Por la misma razón de que no hay muchos versículos sobre la oración, la justicia social, adoración y muchas otras cosas., porque están en el Antiguo Testamento. Por todo esto, uno de los temas que van de pasta a pasta de la Biblia es que el pacto de gracia te incluye a ti y a tus hijos.

La relación entre enseñanzas implícitas y explícitas en la Biblia
¿Qué es una enseñanza explícita de la Biblia? Aquellas que son claras y directas. Por ejemplo: “haz esto o aquello y vivirás”. Ahora bien, ¿Qué es una enseñanza implícita de la Biblia? Son aquellas que están por debajo de la superficie. Algunos de nosotros pensamos que si algo se dice explícitamente en el Nuevo Testamento, entonces eso es lo más importante y si algo está implícito, entonces no es importante. Pensamos que lo explícito es lo más importe; aquello para lo cual podemos leer un versículo palabra por palabra y la enseñanza está en la superficie. Si podemos citar un versículo explícito, entonces sentimos que hemos probado nuestro caso.
Si crees que las enseñanzas explícitas de la Biblia son más fundamentales o más importantes que las implícitas, nunca creerás en el bautismo de infantes. La realidad es que nadie puede mostrar un versículo del Nuevo Testamento que ordene explícitamente que bauticemos a nuestros hijos. Por supuesto, hay varios versículos en los que esto se podría estar implicando, como el episodio de Hechos 16 con el carcelero de Filipos. Pablo le dice: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa”. Hay varios relatos de bautismos de casas enteras en Hechos. Por supuesto, ninguno de esos pasajes dice explícitamente que había niños.


Sin embargo, quiero decirles que las doctrinas más fundamentales de la fe cristiana en el Nuevo Testamento no son explícitas, sino implícitas. Por ejemplo, la doctrina de la Trinidad. No hay un solo versículo en la Escritura que enseñe explícitamente la doctrina de la trinidad. ¿Cómo sostenemos la doctrina? Tomamos un poco de este versículo y otro poco del otro y así implícitamente llegamos a la enseñanza bíblica. Otro ejemplo, es la doble naturaleza de Cristo. Es decir, que Cristo es totalmente Dios y totalmente hombre al mismo tiempo. No encontramos ningún versículo en la Biblia que nos diga explícitamente: “Cristo es humano y divino”. Pero hemos llegado a esta conclusión tomando la enseñanza implícita de muchos pasajes de la Escritura. Un ejemplo más sería el título que más se aplica a Jesús en el Nuevo Testamento: Cristo. El Nuevo Testamento nunca define el significado de este título. ¿Cómo sabemos qué significa? por todas la enseñanza implícita del Antiguo Testamento.


Si quieres considerar realmente la enseñanza del bautismo de infantes, tienes que reconocer que hay enseñanzas importantes en la Biblia que son implícitas. En el Antiguo Testamento había una señal del pacto, la circuncisión. Y ahora decimos que la nueva señal del pacto es el bautismo. Y a la luz de todos estos versículos que enseñan que el pacto incluye también a los descendientes, entonces, concluimos que nuestros hijos también deben recibir la señal del pacto de manera similar a como se aplicó a los hijos de Abraham, Isaac, Jacob, etc. No hay un solo versículo que por sí solo demuestre esta enseñanza, sino hay que considerar toda la enseñanza implícita de la Biblia entera.

El origen y propósito del Bautismo
¿De dónde vino esta idea de bautizar a la gente? Durante el tiempo del período entre el Antiguo y Nuevo Testamento, los judíos hicieron mucho trabajo misionero. Cuando la gente se convertía los hacían pasar por un lavamiento ritual llamado bautismo de prosélitos. Inclusive hoy en día en las sinagogas hay lugares donde hacen este ritual. Luego, los varones eran circuncidados después de ser bautizados. Juan el Bautista era uno de estos judíos que le decía a la gente que debía ser bautizada, que debía pasar por este ritual de lavamiento. Pero lo curioso era que Juan no le estaba hablando a gentiles, sino a judíos. Con esto les estaba diciendo que si querían entrar al reino de Dios tenían que bautizarse como los gentiles. No es de extrañarse que los judíos se hayan ofendido. Por eso decían que eran los hijos de Abraham, pero Juan les recordaba que Dios podía levantar hijos de Abraham inclusive de las piedras. La circuncisión había comenzado a desaparecer como señal del pacto. Había sido tan mal usada que iba a ser reemplazada por una nueva señal, es decir, el bautismo.


En el Antiguo Testamento la señal de pacto era la circuncisión y duró hasta los días de Cristo, pero le fue añadida una nueva señal. Luego, la Iglesia hizo algo interesante en el capítulo 15 de Hechos, ya no se iba a requerir la circuncisión como señal del pacto para los nuevos conversos gentiles. La circuncisión ya no era importante, ahora la señal era sólo el bautismo.
Colosenses 2:11 dice: “Además, en él fueron circuncidados, no por mano humana sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo pecaminoso. Esta circuncisión la efectuó Cristo. Ustedes la recibieron al ser sepultados con él en el bautismo. En él también fueron resucitados mediante la fe en el poder de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos”. Pablo dice que los creyentes fueron circuncidados espiritualmente cuando fueron bautizados. Entonces, el bautismo funciona como la circuncisión para el creyente. Antes de ser bautizados, los creyentes eran como los incircuncisos en el Antiguo Testamento. Ahora bien, los reformados notamos que en el Antiguo Testamento eran circuncidados los creyentes y sus hijos; y siguiendo la misma pauta del pacto decimos que ahora los creyentes y sus hijos deben también recibir la señal del pacto, esto es, deben ser bautizados.

Si tratas de entrar al asunto del bautismo de infantes sin antes considerar estos tres aspectos doctrinales que hemos visto, acabarás estrellándote contra la pared. Pero si consideras con seriedad primero estos tres aspectos (la unidad de la Biblia, las enseñanzas implícitas y explícitas de la Biblia y el origen y propósito del bautismo) comenzarás a ver cómo la enseñanza del bautismo infantil empieza a emerger de las Escrituras.

martes, 29 de mayo de 2007

La Libre Gracia contra el Libre Albedrío.

Aquí va la introducción al libro de W.E. Best...

“El labio veraz permanecerá para siempre...” lee Proverbios 12:19. Claro que, la verdad es la verdad, pero la verdad puede llegar a ser adulterada. De esto nos debemos cuidar. El hombre de Dios nunca debe torcer las Escrituras o adulterarlas (II Ped. 3:16; II Cor. 4:2). El siempre debe recordar que la verdad está basada en el sentido de la Escritura más bien que de su sonido. La Escritura debe ser comparada con la Escritura para descubrir la verdad de cualquier tema Bíblico.

Esto especialmente se aplica en la discusión continua de la libre gracia en contra del libre albedrío. Juan 6:37, que dice, “y al que a mí viene, no le echo fuera,” suena a muchos como si cualquiera pudiera venir a Cristo. Sin embargo, el sentido del versículo es completamente diferente. La primera parte del versículo declara, “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí....” Así que, sólo aquellos dados al Hijo por el Padre vienen a El.

Las posiciones opositoras de la libre gracia en contra del libre albedrío, el Calvinismo y el Arminianismo, tienen sus raíces en el pensamiento de Agustín y Pelagio, respectivamente. Agustín (354-430) reveló su posición en este punto en sus CONFESIONES. El creyó que cuando Adán cayó, toda su posteridad cayó con él. “Todos los hombres son depravados,” dijo Agustín. El creyó que los hombres no tenían voluntades libres, pero están esclavizados en el pecado. Pelagio (360-420), por otra parte, negó la depravación total del hombre. El acentuó que el hombre tiene un libre albedrío y puede ser salvo cuando él lo desee.

Como Agustín, Juan Calvino creyó en la libre gracia; y como Pelagio, Jacobo Arminio creyó en el libre albedrío del hombre. No había compatibilidad entre las ideas de Agustín y las de Pelagio, y no había ninguna entre los puntos de vista de Calvino y aquellos de Arminio. Además, no hay en el día de hoy armonía intelectual entre aquellos quienes creen en la libre gracia y aquellos quienes creen en el libre albedrío. La anterior sostiene que el Dios soberano está sobre el trono y el hombre está a Sus pies; la posterior da crédito al hombre con autoridad para elegir a Dios o rechazarle.

Los defensores de la libre gracia aceptan la doctrina Bíblica de la predestinación. Ellos también aceptan estas verdades Bíblicas:(1) El hombre es una criatura caída y no tiene un libre albedrío para hacer lo que es espiritualmente bueno. (2) La justificación es mediante la fe, que es don de Dios. (3) Los dones y llamamiento de Dios son dados sin el arrepentimiento de parte de Dios como así también del creyente.
Los defensores del libre albedrío niegan la doctrina Bíblica de la predestinación y afirman las siguientes: (1) La raza humana posee un libre albedrío para hacer lo que es bueno. (2) La justificación viene por una fe que merece la salvación. (3) Puesto que la fe del hombre viene de sí mismo, él no tiene la seguridad de que un día no la perderá. (Los arminianos están divididos en dos grupos sobre este asunto. Algunos creen que una persona puede ser salva el día de hoy y mañana estar perdida. Los otros creen que una vez que una persona es salva ya es siempre salva.)

Ahora que las posiciones básicas han sido esbozadas, consideremos lo que dicen las Escrituras en lo concerniente a la libre gracia en contra del libre albedrío.


Muy bueno... en especial el capítulo cinco

El libro completo puede ser descargado desde http://www.filefactory.com/file/8e909c/